Dentro del proyecto BYPILLOW Gallery, que convierte cada hotel en un espacio expositivo conectado con su entorno, creó un mural cerámico para el hall de BYPILLOW House en Barcelona. BYPILLOW Gallery es una gran galería desplegada a lo largo del mapa, y la única manera de recorrerla entera y disfrutar de cada pieza de su colección está viajando.
Mi intervención surge de la propia identidad del edificio y del barrio donde se ubica. Horta-Guinardó, con su historia de segundas residencias y vida pausada, evoca la tradición mediterránea de los encuentros alrededor de la mesa, donde el tiempo parece detenerse en la conversación y el disfrute compartido.
La mesa es un símbolo universal de reunión, pero en el contexto mediterráneo adquiere un carácter especial. No es solo el lugar donde se viene, sino el espacio donde se alargan las sobremesas, donde los gestos, las palabras y los silencios dejan huellas. Desde esa memoria nace la pieza: una sobremesa detenida en el tiempo. Platos desordenados, restos de comida, vasos usados, una colilla, un blíster de paracetamol… fragmentos que cuentan la historia de quienes han estado allí.
La instalación, realizada en gres natural con matices en blanco y negro, se despliega orgánicamente sobre la pared, jugando con la luz y las sombras para transformarse a lo largo del día. Más que un mural, es una escena íntima y colectiva que conecta al visitante con la vida cotidiana mediterránea y con la filosofía de BYPILLOW Gallery : arte cercano capaz de transformar la estancia.

